Muchos animales pueden tener sus propias formas de reírse, según un informe publicado en la revista científica Science.
Jaak Panksepp, profesor de Bowling Green State University de Ohio, en Estados Unidos, asegura que algunas especies emiten sonidos que se asemejan a la risa humana.
El científico explica que los circuitos neurológicos para la risa existen en partes antiguas de nuestro cerebro, cuya estructura general compartimos con muchos animales. Por ejemplo, los jóvenes chimpancés emiten fuertes jadeos y chillidos mientras juegan a perseguirse unos a otros, y al jugar las ratas producen sonidos que se asocian con sensaciones emotivas de carácter positivo.
Cuando se les hace cosquillas, las ratas se muestran socialmente ligadas a los humanos y rápidamente condicionadas a buscar esas cosquillas, explica el neurólogo. Además sugiere que los chillidos podrían provocarlos los circuitos nerviosos del cerebro que liberan el neurotransmisor dopamina, los cuales también se encienden en el cerebro humano durante situaciones divertidas.
Fuente: www.mascotas.com
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